La congresista demócrata por Arizona Grabielle Giffords se encuentra en estado grave tras recibir un tiro. La congresista, recibió al menos un impacto de bala en la cabeza mientras comparecía en un acto público, junto a ella 18 personas más fueron víctimas del tiroteo, de entre los cuales, al menos 6 personas han fallecido entre ellos una niña de nueve años.
El supuesto autor de los hechos es un hombre de 22 años de edad, que ya ha sido detenido. El Sheriff ha manifestado que no se cree que el hasta el momento sospechoso, actuase solo y se encuentran en la búsqueda de un segundo sospechoso de raza blanca y mediana edad. Aún no se ha querido desvelar la identidad del sospechoso, pero se sabe que actuó con un arma semiautomática.
Arizona se encuentra desde el año pasado en el punto de mira de los medios de comunicación debido a la polémica ley de inmigración con la que estar ilegalmente en el Estado pasaba a ser considerado como delito. Desde que se aprobó esta nueva ley, la policía dispone de la capacidad para solicitar a los ciudadanos los papeles que probasen su estatus migratorio, hasta entonces esta era una facultad de la que sólo gozaban los agentes de Inmigración.
Una de las prioridades que Giffords tenía en su agenda política era la de acabar con una ley que ha tenido y tiene importantes consecuencias y un simbolismo extremado, ya que los policías podían detener y castigar a todo ciudadano sin papeles. Este es un elemento que diferencia a Estados Unidos de Europa, donde la policía no tiene esta autoridad. En Europa la policía sólo puede proceder a una detención por delito, pero no por ser inmigrante. No es la primera vez que la congresista es víctima de un asalto, ya antes de la reforma sanitaria, en marzo, su sede demócrata en Tucson fue víctima de algo parecido.
Giffords, sigue en Estado crítico y aunque los médicos se muestran optimistas ante su estado, no descartan que en cualquier momento pueda empeorar, puesto que la operación a la que fue sometida fue muy complicada y tuvieron que quitarla parte del cráneo. Los facultativos barajan la posibilidad de inducirle un coma para "evitarle sufrimiento".
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